Versos en vena
Lilith y Rebeca Linke encarnan en editorial y revista
Texto: Virginia Mesías
Ilustración: Jénifer Barolin Pilón
Siempre me resultó compleja la palabra familia, no es liviana ni pasajera, me suena a mandato social ineludible, por eso me gusta utilizarla en sentido amplio o metafórico, en relación a grupos que establecen lazos de afecto, intereses y reciprocidad sin necesidad de alcanzar la sangre. Pienso en la familia de proyectos impulsados por mujeres que involucran las letras, hoy traigo solo dos —sé de varios más—: una editorial con nombre literario y una revista con título mitológico: Rebeca Linke Editoras y Espacio Lilith; no es azar que ambos personajes se desvían del lugar asignado, se van, viajan y despiertan sus deseos —y los nuestros—.
El grupo responsable de Rebeca Linke Editoras está integrado por Graciela Franco, María del Carmen González y Patricia Núñez, las tres son profesoras de literatura. Las invito una tarde a casa para el té y conversamos, sé que mis preguntas tienen tanta relación con ellas como con Piel Alterna, nunca somos inocentes con nuestras interrogantes. Comienzo por el nombre de la editorial y su elección, por la literatura uruguaya y La mujer desnuda, me explican que tienen recuerdos diversos sobre cómo nació el proyecto: las tres se conocían de un liceo de educación secundaria en Montevideo, pero fue en la Maestría en Literatura Latinoamericana de la Facultad de Humanidades (generación 2001) donde comenzaron el vínculo, allí entraron a otro mundo, me comentan, ingresaron con más fuerza al tema de los feminismos y de la literatura por fuera del canon. «Yo fui feminista desde que nací», aclara Graciela, y en esa línea agregan que no hubo una explicitación para que fuera una editorial de mujeres, pero no se les ocurrió un integrante varón, fue natural y también tenía que ver con la profesión docente en la que un alto porcentaje es femenino. Sí hubo una mayor conciencia del trabajo a realizar a partir de la elección del nombre, dice Patricia, y puntualiza: «Cuánto trabajamos los docentes y cómo ese resultado no queda en un libro». A su vez, la tesis de maestría de Graciela fue justamente sobre Armonía Somers y ella misma plantea que «fue central el concepto de Gradiva para la elección, la que camina, la que anda». Y cuando buscaban el nombre, Graciela dijo «Rebeca Linke» y, como la editorial les «implica otra cabeza, diferente a la que ponemos para las clases, es simbólicamente un cortarse la cabeza para hacer otras cosas», completa la idea Patricia.
«La primera tarea que nos convocó fue la de reunir y publicar la obra de Circe Maia que estaba dispersa», explica Carmen. «Su visibilización fue nuestra tarea fundamental e importantísima de manera que fue reconocida internacionalmente», agrega Graciela; Carmen continúa reflexionando sobre esta decisión tan ambiciosa tomada el mismo año en que la editorial nacía: Obra poética de Circe Maia gana en 2017 el premio de la Cámara del Libro, reconociéndolo como el mejor libro del período 1978-2017 y es muy significativo, me dicen, porque Rebeca Linke no integraba la Cámara. Luego vendrán varias publicaciones de autoras uruguayas, entre ellas: Beatriz Flores Silva, Alicia Migdal, Teresa Porzecanski.
Pregunto por la distribución de las tareas, por el área de diseño y corrección de textos, me explican que al principio buscaron dentro de sus familias los diseñadores tanto de tapa como de interior y así llegaron Erik Schou y Álvaro Rivoir; una de las líneas de trabajo de la editorial es la participación de los autores en el diseño con sus sugerencias y, en cuanto a la corrección de estilo, es una tarea que ellas mismas realizan. También me interesa el tema económico, si la editorial es redituable y Carmen afirma que «el aspecto financiero es el más flojo, una editorial que publica 300 ejemplares no es negocio, […] tenemos un perfil atípico, ya que podemos pasar tiempo sin producir» así destaca el valor del trabajo sostenido dado que han publicado 41 títulos desde 2007 sin tener una dedicación total a la editorial. Sobre el final, voy con la pregunta que siento delicada: si han pensado en dejar el proyecto ya que es esfuerzo y dedicación sin ganancia económica, me responden que sí, que varias veces pensaron en cerrarla, pero, concluye Patricia, «cada vez que Rebeca Linke iba morir aparecía algo, algún nuevo proyecto y la salvaba».
Lilith (Laboratorio Cultural) es una revista digital que se inicia en diciembre del año 2020 dirigida por mujeres interesadas en la difusión cultural y artística de corte feminista. Yisel Espinosa me recibe en su casa y me cuenta que, cuando tuvo la idea, pensó: «Hoy en día no se necesita mucho para crear una revista, es cuestión de empezar» y para armar el equipo pensó en su hermana, Yovana Espinosa, a quien le gusta la literatura y, a su vez, como quería la publicación cargada visualmente, convocó a Agustina Montenegro, amiga de la carrera en Arquitectura, quien se encargaría de las ilustraciones.
Yisel plantea que, durante el liceo y la facultad, no le enseñaron artistas o autoras mujeres y se dijo: «Creemos un espacio, una revista que visibilice, que ponga en el lugar a todas esas mujeres que han sido parte en la historia del arte». Así incluyó en el proyecto arquitectura, filosofía, intereses, gustos: «Una especie de militancia». Los medios para realizarla impresa no estaban y decidieron que fuera digital; comenzaron con la idea, el nombre, los colores, pensaron en diferentes disciplinas: literatura, fotografía, música, arquitectura, pintura y cine, por cada disciplina presentarían en cada número dos artistas, pero vieron que era un trabajo importante y allí incorporaron dos amigas más: Jenifer Barolín, que estudió bellas artes, y Belén Long que es docente en comunicación visual y plástica, quienes también se ocuparían de las ilustraciones; a su vez, Anabella Dominicci participó de las tres primeras ediciones. Como Agustina se encuentra en España, Belén en Canelones y Jenifer en Colonia, se reúnen por Zoom y la mayor parte del intercambio es vía WhatsApp. Yisel y su hermana viven en Montevideo y son quienes escriben la información sobre las artistas, sus biografías desde una perspectiva feminista haciendo hincapié en los detalles particulares de cada una «Y, sí, siempre aparece alguna opinión nuestra, es inevitable», apunta Yisel.
Comenzaron con tres publicaciones al año: abril, agosto y diciembre. Este año serán solo dos: en julio y diciembre. La revista se arma en un PDF y se accede a ella en Linktree, «la página web —me explica Yisel— es un pendiente». La intención es presentar en cada edición alguna artista uruguaya; otra, de ascendencia afro; otra, desde las disidencias sexogenéricas, y otra, vinculada a las diferencias de clases sociales. Se preocupan por buscar la mayor cantidad de fuentes para comparar los datos ya que la información la extraen de internet. En la edición n.° 5 (abril, 2022) incorporaron entrevistas y, a su vez, la revista tiene un canal en YouTube que comenzó en el año 2021 con pódcast «para contar un poco más, está la percepción de que la gente lee cada vez menos y mira videos y se informa por los pódcast». El canal no tiene necesariamente el mismo contenido que la revista, hablan de temas en relación al arte y el feminismo con un programa al mes.
Le pregunto sobre la recepción del público y me responde Yisel que a veces reciben comentarios, pero cómo medir el alcance que tienen «también es un debe como poder interactuar más con la gente». También llego al final con la misma inquietud: para qué seguir adelante si no se recibe ningún pago por el trabajo y me dice segura: «Me da tremenda satisfacción todo lo que estamos aportando a esa construcción de la historia del arte con tantas artistas que han sido negadas o invisibilizadas, ahora que cualquier cosa que subís a la red queda allí, es como un regalo que entregamos, conocí un montón de artistas en estas investigaciones que no puedo creer que no nos hayan contado».
El encuentro con estos proyectos puede darse a través de:
<https://www.instagram.com/rebecalinkeeditoras/>
<https://www.facebook.com/rebecalinke.editoras/?locale=es_LA>
<https://linktr.ee/revistalilithuy>
Versi in vena
Appunti sulla scrittura poetica
Nancy Bacelo y las fronteras del verso
Texto y fotografía por Virginia Mesías
No me digas / que hay luz / que hay aire / que hay respiración / que hay silencio / adentro de mis huesos. / No me digas / que tengo todavía / agua y sangre / mar tendido / tierra abierta / cuatro besos plantados / que espero / que su fruto me den / y no me muera / y no me caiga en otro surco / y no equivoque el paso / y de la mano / y diga que soy yo / y que lo sea.
«Círculo nocturno»(1959)¹
Cuando preparé la mesa de trabajo para esta nota, reuní todos los libros que tengo de Nancy Bacelo; hay uno que me gusta particularmente: De sortilegios, edición de Siete Poetas Hispanoamericanos. La textura de las hojas, la tipografía, el color, el tamaño, sus textos breves y rotundos, todo es bello en ese libro. No recordaba que en la última página había escrito: «Se terminó de leer un sábado de marzo de 2021. Noche. Se compró otro sábado de fines de enero. ¿Qué fronteras tiene la noche? Esta noche. Hoy. Mi cuerpo es la noche, nada más, más». No sé en qué andaría yo en ese momento. Sí sé cómo me gusta intervenir mis libros, porque, entre otras cosas, me traen mensajes tiempo después, en este caso, el título para esto que escribo ahora.
Una mujer / esta mujer / las miles de mujeres que la habitan / detrás de la mampara ríen / saben lo que es la felicidad / de esta mañana / el ruido a mar al despertar de noche / el tibio desayuno de los sueños.
«Los símbolos precisos» (1986)²
Nancy Bacelo fue poeta, editora y desarrolló un trabajo significativo en el campo cultural y artístico. Nació en 1931 en Batlle y Ordóñez (Lavalleja) y falleció en Montevideo en 2007. Fundó la revista bimensual 7 Poetas Hispanoamericanos (1960-1965), fusión de poesía y artes plásticas que difundió artistas locales. Desde 1960 dirigió la editorial del mismo nombre. Entre 1961 y diciembre de 2007 organizó la Feria Nacional de Libros, Grabados, Dibujos y Artesanías, un espacio para la visibilización y venta de obras de autores nacionales. En 1963 creó Ediciones Popularespara reeditar obras de escritores uruguayos que no estaban circulando en el mercado. También fue periodista en Canal 5, directora de la Galería y Teatro del Notariado, trabajó en los Servicios Culturales de la Intendencia Municipal de Montevideo y, en 1975, fue designada responsable del área de Cultura de la Caja Notarial.³
La borrachera de esta vida / la borrachera de la otra / las largas borracheras de ambas vidas / qué corrientes tendrán con nombre propio / si en el medio tiempo de la historia / hay cegueras por cierto inaccesibles / sobre las mismas sombras / como en la suerte escritas.
«El pan de cada día» (1975)⁴
La poesía de Nancy expresa una intensidad contenida, sobria. No desborda, mantiene un equilibrio que la vuelve elegante. Ese cuidado en el lenguaje que no deja de transmitir emoción se observa también en la ubicación del texto poético en la página, en el gramaje y color del papel, en el formato del libro. Desde Tránsito de fuego (1954), su primer poemario, hasta Poemas a Manu Kamal (2003), la autora publicó un total de trece libros de poesía. Entre ellos, algunos títulos son: Cantares (1960), Razón de la existencia (1964), Las coplas de Nico Pérez (1978), Hay otros mundos pero vivo en este (1993).
La presencia de Nancy en este número de la revista en el que abordamos el trabajo se vincula principalmente con su labor de gestora y divulgadora de las artes con alcance popular. Y en un proyecto como el nuestro, que apunta decidido a la fusión del texto escrito comprometido y poético con la imagen fotográfica —diálogo complejo y delicado—, Nancy Bacelo sería modelo de versos en vena⁵. «El “caldo de cultura” que fue la Feria Nacional de Libros, Grabados, Dibujos y Artesanías no tiene otro registro similar en la historia del país. Tampoco hay que relegar a un segundo plano la actividad que desplegó desde el teatro y la galería del Notariado. Su claridad en que la difusión del libro y el autor nacional eran fundamentales, en gran medida, para saber quiénes somos, y el reconocimiento entre pares decisivo a la hora de la reflexión, también la llevó a ser de las primeras personas en este país en bogar por los derechos de autor como uno de los derechos humanos. La Fundación se constituye con el propósito de salvaguardar, en un país que no se caracteriza por reconocer y valorar a sus artistas, el inmenso patrimonio cultural que Nancy generó durante tantos años de trabajos arduos y felices»⁶, plantea la Fundación Nancy Bacelo en la presentación de su obra reunida.
Borra esa marca, bórrala / es de noche y aunque no se ve / se verá igual cuando enseguida aclare. / Tanta raya en las manos tanta búsqueda / tanto camino incierto y más que cierto. / Porque en el mundo se abren tantos ojos / así como se cierran otros tantos / la multiplicidad de la mirada vuelve/ al abrir y cerrar y eso es lo cierto.
«De sortilegios» (2002)⁷
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¹ Benavídez, Washington, Courtoisie, Rafael y Lago, Sylvia. Antología plural de la poesía uruguaya del siglo XX. Seix Barral, 1995. ²Bacelo, Nancy. «Los símbolos precisos». Ediciones Siete Poetas Hispanoamericanos, 1986. ³Academia Nacional de Letras. Nancy Bacelo. http://www.academiadeletras.gub.uy/innovaportal/v/126534/46/mecweb/Nancy_Bacelo ⁴Benavídez, Washington, Courtoisie, Rafael y Lago, Sylvia. Antología plural de la poesía uruguaya del siglo XX. Seix Barral, 1995. ⁵ «estar alguien en vena: estar inspirado para componer versos o para llevar a cabo alguna empresa» (recuperado de https://dle.rae.es/vena). ⁶ Fragmento de la Presentación en Bacelo, Nancy, “El velo magistral que esconde todo”, Edición de Silvia Guerra, Fundación Nancy Bacelo, Montevdieo, 2011 ⁷Bacelo, Nancy. De sortilegios, Ediciones Siete Poetas Hispanoamericanos, 2002.
L'età di Lilith
Testo e fotografia di Virginia Mesías
Ho conosciuto Lilith venticinque anni fa durante la mia prima pratica di insegnamento; Ho dovuto preparare una lezione sul secondo racconto della creazione nella Genesi dell'Antico Testamento e mi è apparso un nome di cui non avevo mai sentito parlare; allora seppi che in quell'orto incerto esisteva un'altra donna e che era stata cancellata senza nemmeno arrivare ad assaggiare il frutto; apparentemente la trasgressione era più originale del peccato della conoscenza. E sì, prima c'è il desiderio, la decisione sul corpo e la necessità di un luogo, la chiarezza della voce.
Il dizionario Juan-Eduardo Cirlot lo presenta come:
La prima moglie di Adamo, secondo la leggenda ebraica. Spettro notturno, nemico delle nascite e dei neonati. […] Nella tradizione israelita corrisponde alla Lamia dei Greci e dei Romani. La sua figura potrebbe coincidere con Brunilda, nella saga dei Nibelunghi, in opposizione a Crimilda (Eva). […] Lilith può emergere come un'amante desiderata o dimenticata... Ha un certo aspetto viriloide, come Ecate “cacciatrice maledetta”. Il superamento di questo pericolo è simboleggiato nelle fatiche di Ercole dal trionfo sulle Amazzoni.
Sembra che sia sempre così: siamo fantasmi che camminano nel buio, donne maledette, terribili maghe finché qualche eroe sovrumano sicuro di sé non ci elimina per salvare il mondo dalla nostra minaccia.
Così quando oggi ricordo Lilith come la prima donna, la più antica della nostra tradizione occidentale, vado alle raccolte di poesie e ai laboratori di Lilián Toledo (Montevideo, 1959), poetessa e coordinatrice degli spazi creativi intorno alla parola e al corpo, collettiva pubblicata e opere individuali, formato in psicologia sociale, è membro del Collettivo di psicologia politica latinoamericana ed è un riferimento nazionale per la rete di genere e salute dell'Associazione latinoamericana di medicina sociale (alames). Le Figlie di Lilith sono chiamate i suoi circoli di scrittura e dialogo che ho avuto l'opportunità di visitare un sabato di inizio marzo. Ora, quando rileggo i miei appunti, trovo qualcosa che Lilián ha menzionato: «Finché ci sono parole, ci sono indicazioni» e «Non c'è parola senza corpo». Torno quindi a una delle esperienze di quella mattina di marzo: impugnando uno specchietto in mano, i partecipanti hanno cominciato a camminare guardandosi attraverso quel riflesso e guardando gli altri attraverso quello specchio che, a sua volta, si è rivolto agli altri dove vedevamo frammenti di corpi come il nostro e così, non solo la parola ha cominciato a muoversi, ma anche la sensazione di estraneità nell'osservare come di nascosto, senza sapere quando altri volti avrebbero restituito la nostra vista. Senza un corpo, la parola non nasce. E senza parole i ricordi non si costruiscono. Evochiamo le nostre parole per ricreare i nostri corpi e riscrivere i ricordi”, afferma l'autrice sul suo blog.
È così che Lilián mi ha fornito la prima raccolta di poesie sull'argomento —Lilith e la sua presenza nella poesia, nel nostro immaginario di oggi—: Celebration of Lilith (Índigo Editoras, 2018). Poi ho proseguito verso le pubblicazioni successive: Dopo l'inizio: Lilith e Adam (o viceversa) (Dragonas, 2020) e Memorias del Desierto (Astromulo, Collezione Camino Sinuoso, 2021). Anche se riconosco che è stato il titolo sorprendente e di grande successo di Principi decapitati (Astromulo, Camino Sinuoso, 2020) che mi ha portato a incontrare Lilián Toledo.
In Dopo l'inizio… si sviluppa una reinterpretazione dei legami in quella tanto discussa origine. Nel primo libro che corrisponde a Lilith, così come nel secondo libro di Adamo e nel terzo in cui appare Eva, i testi brevi, la maggior parte senza titolo, si susseguono sulle pagine, e le strofe potrebbero essere poesie indipendenti che si intrecciano nel discorso di una voce esterna che dispiega il mistero del carattere, delle decisioni e degli atteggiamenti di quelle fragili e antiche creature:
[…] quindi / all'inizio inventare riti diventava un sollievo […] ma quel Adamo / per quanto immaturo lei fosse così disorientato / così fragile avesse paura di cedere / provare / indagare (o semplicemente non sapeva cosa dire )
[…] stavano per inventare: il nord ancora non aveva senso […] per la prima e unica volta da quando la sua voce di donna trafiggeva l'aria: chiedeva aiuto/richiedeva ascolto, aspettava un dialogo, venne un solo ordine: «radunatevi voi/me di fare l'amore, non so niente...».
Nell'introduzione a Memorias del Desierto, Lilián afferma che la raccolta di poesie: «Raccoglie autocritiche, ricordi, riflessioni, ritmi e desideri di una donna con i suoi anni e il suo apprendimento in cima. Questo è ciò che si tratta di dire. [...] vuole rendere visibile la maturità come una nuova opportunità di apprendimento. O almeno così ci prova". Così ritorna Lilith con il passare dei secoli, con la sua maturità nella «misura esatta del desiderio» (come propone un versetto del libro precedente). Anche con il peso e le conseguenze di tanto tempo passato, come dicono questi frammenti di poesie vi e viii della prima parte Dopo l'esilio:
Difficile decidere il suo colore. a volte è rosso mare, altre volte rosso montagna. e al nadir del sole/ sul mare; quello rosso, l'unico; Sono io/ […] da solo continuavo/ ombra rossa e solitaria nella notte/ brezza nel vento e gli anni hanno fatto della mia misera esistenza solo lo sfondo di una figura.
Quando abbiamo parlato con Lilián per questo articolo, a un certo punto le ho commentato: «Che terribile avere Lilith come madre, quanto pagheremmo dopo essere diventati adulti in terapia, meglio essere una nipote, avremmo meno pressioni , o un amico, sicuramente un amico di Lilith sarebbe molto interessante, quello che potremmo chiacchierare davanti a un drink sarebbe inestimabile. E così arriva l'intima confessione con cui si chiudono le pagine del deserto:
anziano/forse saggio/
sicuramente solitario
Non so nemmeno se sono ancora lì/nascosto
sotto la pelle liscia
che mi provocano e muovono la mia nudità
fatto di pieghe
e questo desiderio/ (ancora)
vecchio ma vero
rosso scolpito
nei miei ricordi
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¹Cirlot, Juan-Eduardo. Dizionario dei simboli Colombia: Labour, 1994.
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Melisa Machado e l'erotismo come rituale: quel "frutto oscuro delle cose"
Testo e fotografia di Virginia Mesías
Melisa Machado (Durazno, 1966) vive a Montevideo ed è scrittrice, terapeuta (formata in Gestalt, astrologia, medicina tradizionale cinese) e anche giornalista di arti visive. Le sue raccolte di poesie, in ordine cronologico, sono: Ritual de las primicias (Imaginary, 1994); Il fango della stirpe (Artefato, 2004); Rituals (Estuario, 2011) che raccoglie la sua poesia dal primo libro; La canzone rossa (Sediento, 2013) pubblicata a Città del Messico; e la sua ultima puntata è l'India (Golden God, 2019). Quest'anno Amanada Berenguer vince il bando editoriale per pubblicare El canto blanco (ultimo inedito) che sarà presentato attraverso Estuario-Hum e riunirà tutta la sua poesia dal 2011: Canto rojo, Canto negro, due libri inediti che sono Cantos al fauno e Río de la Plata, a sua volta Madre (che ha vinto il Premio Nazionale nel 2019 ed è tuttora inedito) e Canto blanco (libro indipendente) più una storia, ecco cosa mi spiega Melisa quando cerco di organizzarmi nella sua prolifica produzione.
Ha ricevuto menzioni e premi sia in concorsi del Ministero dell'Istruzione e della Cultura (MEC) e del Comune di Montevideo, che borse di studio all'estero e fondi editoriali e per formatori. A sua volta ha svolto letture e performance in festival internazionali. Io sono tutte donne è il progetto che sta sviluppando in relazione a vari poeti uruguaiani del XX secolo, dichiarato di interesse culturale dal MEC.
La prima raccolta di poesie, Ritual de las primicias, inizia dopo l'epigrafe di Vicente Huidobro, con un breve paragrafo di prosa poetica, un testo introduttivo o "preambolo" —come usa l'autore nello stesso testo—che sviluppa un ritmo di urgenza, quasi Annego in un susseguirsi di frasi minime che non iniziano con la lettera maiuscola e che potrebbero essere distribuite come versi liberi per inaugurare una sensibilità erotica che, con mano sapiente, ci porterà attraverso queste pagine fino alla fine, anche in India. E quel traboccare di vocabolario —quasi barocco— di una carnalità che emerge dalla carta, mi ricorda –forse perché cerchiamo sempre di identificare il nuovo con il già noto- i testi anche in prosa poetica dell'Omaggio a Jean Genet di Suleika Ibáñez, un'altra voce viscerale e seducente. Poi Melissa inizia:
Se fosse dentato. fissato sul foglio. della modestia della lingua. dello sfintere. dello sguardo assorto. l'imminenza del pericolo. ridicola paura del ventre. odore lacerato di lama. dal bordo delle dita. l'aspettativa imbrattata degli occhi. la carezza dolore lieve. seduzione viola del battito cardiaco. tremore miracoloso di bufale. della chiusura metallica del peccato usata di rado. di prima. del preambolo.
Potrei soffermarmi sul primo testo, «Ardides», e sui suoi due versi finali che risvegliano l'udito, il tatto e il gusto allo stesso tempo: «Ascolta sorseggiando / l'impressionante trepidazione dei tuoi amori». A mia volta, in seguito, potrei rimanere con la brevità ritmica e tremula del poema "Desliz" in chiave forse modernista -per via di un vocabolario brillante e contorto- dove il colore e lo spessore dei versi traboccano:
Era una fanfara tremante che faceva le fusa di stravaganza. C'erano feste di crostacei, di bretel.
E potrei continuare con "Submissives" che svela segreti, lontane congreghe che sprigionano sirene, forse cariddi, tra le quali si nascondono inganni e canti che viaggiano attraverso il mare oscuro, il cielo profondo, canti ovattati, custoditi, in agguato: "E se forse guardavano fuori bordo / la schiuma attirava donne assassine». E continuano “Hydra”, “Medea”, “Lilith” per giungere così all'omonimo poema del libro: “Come una signora dalle gambe magre / perse la verginità con i gladioli, / pistilli di lingue inquiete, profanatrici di Maria Vergine ”. Poesia sinuosa e vegetale che dispiega cautamente uno strano e vero erotismo.
Potrei entrare nei primi, ma vado verso la fine, verso l'India, che è stato il primo libro di Melisa Machado che ho letto. Appare nel formato e nella trama di Dios Dorado, una casa editrice che chi come noi frequenta le fiere dell'editoria indipendente conosce così bene. Colpisce l'immagine di copertina: quell'abbraccio, quelle mani femminili che prendono e accarezzano un pesce che ci guarda e cerca di dire qualcosa. Questo è un dettaglio di Love Bestiary di Virginia Patrone. Nel blog dell'artista plastico, il 22 novembre 2008, sono state pubblicate diverse illustrazioni in cui credo di riconoscere la figura di Melisa, sono per Bestiario de amor di Miguel Pacheco. Chanquete si chiama colei che viene usata come copertina dell'India e ha una poesia di Melisa, amica dell'artista visivo dagli anni '90, come mi racconta quando la consulto.
Il libro è dedicato: «Ai miei antenati». Inizia così il rituale, le radici appaiono e ci portano avanti. Dopo due epigrafi che saranno riprese nello sviluppo della raccolta di poesie, arriva il primo testo, breve e fermo, che si conclude con una serie di parole indipendenti come i versi stessi, l'ultima è energica: letamaio, lì mi fermo , è il luogo in cui si butta la spazzatura, è anche ciò che contamina o contagia materialmente o moralmente; Non riesco a immaginare un inizio più coinvolgente. Il terzo testo si conclude, a sua volta, con due versi tra virgolette: «Io sono il pazzo, / il luminoso sempreverde di furore e splendore». Non solo è presente la musicalità dei termini che si intrecciano nel loro significato, ma anche la forza concettuale di trasmettere insieme brillantezza e brillantezza (nel poema xiv "le mie mani lampeggianti" si apriranno) con rabbia, demenza e rabbia.
Il poema VIII mi porta spontaneamente alle prime pagine de La donna nuda, romanzo di Armonía Somers, pubblicato nel 1950, altra voce erotica e trasgressiva: «Insieme alla donna che viveva fuori di lei, e dalla quale quasi tutto si sa sempre. Quella notte, prima di andare a letto, poiché Rebeca Linke era una donna che sopportava l'altra, quella fuori, ha adempiuto a tutti gli obblighi del suo spensierato accoppiamento. Spazzolarsi i capelli (la donna che viveva fuori aveva lunghi capelli neri)…” E così passo dal verso alla prosa: quando Rebeca Linke inizia a spogliarsi e a trasformarsi in un'altra, i suoi lunghi capelli sono un simbolo immancabile di un percorso che si apre nella foresta. E così dice Melissa:
Poi ho lasciato andare i miei capelli in modo che volasse tra le cose e il mio corpo. […] Rivela quello che sono, quello che sono stato e voglio essere. Nidifica tra alberi e fiori. […]
Questa fusione tra capelli, corpo, ambiente, natura e identità continua nel poema seguente quando si manifesta un ritorno a se stessi, una comunione con il proprio corpo nel rituale individuale: «Ritorno al mio corpo, sempre. / Sedere da solo davanti al suo fuoco».
C'è un momento particolare e significativo nel poema XII in cui il linguaggio si manifesta come un demiurgo, con quell'intensità di poesia che affonda nella pelle. La poesia diventa presenza, c'è un frutto che si trasforma nella bocca di chi lo dice e quel frutto genera la linea di suoni che segna il testo e si confonde con la terra stessa, con il corpo e la voce per concludere: «La vocale della terra si apre nella mia bocca».
Queste immagini che rappresentano quella fusione della natura con il linguaggio poetico e la voce lirica sono proseguite nei versi del poema XIII, quando si canta il campo inondato dalla pioggia e l'acqua che circola attraverso la terra si beve delle proprie vene. Anche questo verso può essere continuato nel poema XIX:
Poi venne per me la pioggia, fulminea come una bocca. Venne a prendermi e disse: "Fai vedere anche te stesso con le spine".
Il testo seguente potrebbe essere una guida alla lettura o forse un'altra epigrafe per l'universo che si dispiega nelle pagine di questo libro:
Terra il mio corpo: anfora testarda. Tutta la purezza come centro. E il frutto oscuro delle cose.
Il corpo e la terra, la natura stessa, gli alberi, i fiori, i frutti, il frutto finale, il centro più puro, l'anima e il rito degli antenati. Un universo che si intreccia con una forza che viene da dentro, che viene da prima, ereditata. Una cerimonia dove la scrittura è l'oracolo stesso e così, parola per parola, attraverso i versi che costruiscono un ritmo che emerge da una natura viva, umida e palpitante, si svela un corpo che a sua volta viene trasmutato dalla potenza del linguaggio.
Ci sono diversi testi che si concludono con un'enumerazione, una serie di termini sfalsati, febbrili, ansimante che non solo scandiscono un ritmo, ma mostrano anche significati che ci riportano alla natura: «Ancora una volta la tribù e le sue vie:/ la folla,/ la palude,/ il terrapieno”. Quel ritmo di mantra rituale non ritorna con la stessa intensità di questi spazi geografici e di queste reazioni del cielo e della natura? E quella circolarità ruminante e regressiva della canzone che si ripete come titolo dei libri d'autore (in bianco, nero, rosso) e che si sente, bassa ma costante, attraverso le pagine dell'India, diventa visibile nel testo XXIX con lo stesso enumerazione, lo stesso filo di versi che portano termini potenti come quello che apre la raccolta di poesie e si conclude nel letamaio.
Già verso la fine della raccolta di poesie, il testo XXX svela segreti, rinascite, una realtà originale che si esprime e favorisce il rito. Ancora una volta sento che la donna nuda di Armonia riappare. E i messaggi nascosti, le canzoni, i ritmi che sono stati perseguiti lungo tutto il libro sono messaggi di un passato che parlano chiaro a una donna o al corpo di una donna oggi e tutto viene dalla terra stessa su cui camminiamo, le nostre radici sono lì:
E la testa della donna spunta da terra. La sua radice di giunco, le sue occhiaie. Il segreto della razza assassinata.
C'è un'altra circolarità, altri fini che si incontrano di nuovo con inizi che girano per avere la loro fine in un nuovo inizio, chiaramente il ciclo vitale che si rinnova: terra, capelli, pelle, albero, frutti, fiori, pioggia che cade sulla terra. Il testo XXXII si conclude con i versi che abbiamo già evidenziato dal poema III:
I suoi capelli sono caduti per la stirpe, per l'eterna regina della furia e della brillantezza.
Bibliografia
Machado, Melissa. Rituali. Montevideo: estuario, 2011.
Machado, Melissa. India. Montevideo: Dio d'oro, 2019.
Somers, Armonia. La donna nuda. Montevideo: Creatura, 2020.
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Il corpo femminile: territorio delle metafore
Testo e fotografia di Virginia Mesías
Difficile riflettere sulla poesia uruguaiana scritta dalle donne, con la presenza del corpo o il tema dell'erotismo sessuale , senza cominciare con l'eterna Delmira Agustini (Montevideo, 1886-1914). Perché, oltre alla sua impronta appassionata e unica, il peso che il Modernismo ha significato nel suo momento letterario, con immagini sensoriali e possibili figure poetiche in linguaggio lirico per indicare il godimento o la materialità dei sentimenti, ha influenzato in modo significativo la sua opera. Una delle poesie più interessanti sotto questo aspetto (e, forse, non così ricordata) da Los cálices empty (1913) è «Visión»:
[…]
E il mio sguardo era un serpente
appuntito tra rovi di ciglia,
al riverente cigno del tuo corpo.
Ed era il mio desiderio un serpente
Scivolando tra le rupi dell'ombra
alla statua dei gigli del tuo corpo!
[…]
Resulta interesante que el deseo del yo femenino se manifiesta en la mirada, non dal corpo, ma nell'intenzione, nella volontà della donna, e ci sono rovi, ci sono spine, l'attrazione erotica si intreccia con il dolore —atteggiamento molto occidentale, certo—, ma forse non si genera nell'osservatore, ma è indirizzata all'altro, al destinatario. A sua volta, non passa inosservato che il corpo maschile è disegnato come un cigno o una statua fatta di fiori, in particolare gigli , che portano il simbolismo dell'amore puro e verginale. Ecco un indizio, un filo interessante da seguire su una concezione del piacere femminile, non solo voluttuoso, ma dominante, forse aggressivo, e un sé maschile che è grazioso e bello. Certo, e senza fermarsi ad un'analisi dettagliata del testo, si nota che il tu a cui questa voce è indirizzata appare dal profondo delle tenebre, è sinistro, ha le ali e scompare quasi subito al suo interno. da cui giunse: "...che ti tirasti indietro e ti avvolgessi / in non so quale immensa piega d'ombra!...". Questa oscurità che circonda il desiderio riappare in un altro testo di El rosario de Eros (1924), un libro pubblicato postumo che, secondo il poeta, si chiamerebbe Los stars del abyss —la differenza non è minore—. Quindi, in "Shadow Accounts" dirà:
[…]
Se così in un letto come un fiore di morte,
diamo piangendo, come un frutto forte
matura di passione, in carne e anima,
[…]
È sorprendente come la sessualità della voce di una donna appaia centrata nelle ombre e negli stessi ambienti inquietanti, perché, negli stessi ambienti il tempo, , descrivono l'oggetto del loro desiderio con simboli quasi immateriali o immagini vaporose; è una specie di essere ideale o angelico che non può essere afferrato e nemmeno toccato, come è espresso in "The Gold Supplier" anche da The Empty Chalices:
[…]
L'amante ideale, lo scolpito
nelle meraviglie delle anime e dei corpi;
deve essere vivo a forza di sognare,
quel sangue e quell'anima mi lasciano nei sogni;
deve nascere per abbagliare la vita,
e deve essere un nuovo dio!
I serpenti blu delle sue vene
sono miracolosamente nutriti nel mio cervello
[…]
El amante deseado física, carnalmente: ¿es una invención? Questa poesia è una posa retorica? Sembrerebbe di no, secondo la vita e la fine del poeta —perché, per alcuni artisti, vita e opera non sono molto distanti—. O è semplicemente il modo possibile per esprimere il desiderio senza verbalizzarlo efficacemente a causa della sua posizione di donna borghese in una Montevideo moralmente provinciale? E non dimentichiamo —per lasciare altre domande— a “Fiera de amor”, la poesia che continua nel libro: “Fiera de amor, soffro fame di cuori./ Per piccioni, avvoltoi, corsi o leoni”.
_cc781905-5cde-3194 -bb3b-136bad5cf58d_Poi, dalla Generazione del 900 mi dirigo verso la Generazione del 45 senza fermarmi a cercare, in questa nota, il corpo in Juana de Ibarbourou, Esther de Cáceres, Selva Márquez, Sara de Ibáñez o Susana Soca, tra molti altri scrittori che hanno segnato un percorso nella prima metà del '900, per arrivare direttamente a Clara Silva (Montevideo, 1905-1976).
En su primer libro de 1945, La cabellera oscura , ya en el La poesia intitolata "El canto de la sangre" dirà: "Là cominciano gli uomini del mio sangue/ e le donne con i loro vasti ventri,/ colonne della mia ombra./ Un mare latino/ abbraccia la mia radice oscura./ Colline di uliveti sono ricordate / nella curva stretta del mio corpo. La donna e il suo corpo continuano in un legame metaforico e, in generale, passivo, estetico (chiaramente ereditato dalla visione maschile che ha dominato la storia della letteratura occidentale) con la natura e la terra, anche se in questi versi inizia a risvegliarsi una forza che deriva appunto da un personalissimo interiore fisico, dal sangue stesso del titolo.
Más adelante, en « Un bambino nasce nel tuo canto", egli esprimerà: "Grido d'amore che cresce/ nello strappo sottomesso della carne;/ uva tenera e dolcissima/ pigiata al grappolo del tuo ventre,/ flusso delle tue vene aperte/ verso di lui viene cantando». C'è uno sviluppo emotivo e un'intensità nella voce espressiva che raggiunge un diverso piano di sensualità che non è più l'abbondante carico di immagini che Delmira ha mostrato, ma si avvicina a un riconoscimento del corpo più reale, banale, non frivolo, piuttosto materico .
Pero será en su poemario del 1960 dal titolo Las bodas , una sorta di canto di canzoni moderno e femminile, in cui una voce determinata e deliberata, molto consapevole del suo carattere, parla a una divinità a cui non viene data possibilità di risposta, ad esempio in «Chiedo tu, Signore»:
…
sono quello che sono
me stesso
lo stesso
con questa morte quotidiana
e la triste esperienza
Cosa tengo nei cassetti?
come lettere;
con i miei capelli, la mia lingua, le mie radici
e lo scandalo che faccio col tuo nome
per ascoltarmi
[…]
_cc781905-5cde-3194 -bb3b-136bad5cf58d_Y in un altro testo dello stesso libro, «Dal buio»:
[…]
Voglio respirare
semplicemente
l'aria del mondo,
dimentica quell'account confuso
e senza fine
colpa, perdono, rimorso,
o qualcosa di simile
che corrode la mia debolezza.
[…]
Non sono grida di donne
o confidenze da giardino.
È il sangue, la carne, le ossa che mi hai dato,
questi, dall'origine;
che non ho un posto dove trovarmi,
palpebre, piedi e mani
amareggiato dalla miseria,
di fatica.
[…]
Y ahora continúo, sin detenerme en Idea Vilariño, Gladys Castelvecchi, Ida Vitale o Amanda Berenguer —che ha una poesia molto particolare, “Del cuerpo” (1990) sulle mosche e la casa come corpo — per dare un posto a Zuleika Ibáñez (Montevideo, 1929-2013). Il suo primo libro, Omaggio a Jean Genet (1989) ci porta un testo sull'amore:
L'amore dell'amore ti ha baciato le orecchie, gli occhi e la bocca,
amore ruvido, in lutto, amore un peso netto nido, di
lingotti dell'oblio
[…]
A volte la bocca di un lupo blu, con il diamante sul
la morte come una risata.
[…]
Labbra d'argento scuro, occhi di fuoco osceno avrebbero ferite come scuole o dispensari nel
città oscura.
Il sesso non è più sesso, solo pane e vino, solo una piuma
chiarezza nel centro della morte,
e un mazzo di amanti dalla distruzione era il
muro della tua risurrezione.
Esta poeta ya conoce bien la influenza delle avanguardie artistiche e ha anche ricevuto nella sua formazione (insegnante di letteratura, figlia di Sara de Ibáñez) la poesia uruguaiana e latinoamericana, ovviamente, di oltre mezzo secolo. Comincia così a trovare altre forme non solo nella struttura del testo, ma nelle svolte del linguaggio stesso, nonché nella forza delle metafore necessarie per indicare il desiderio, il sentimento vertiginoso e prepotente, il presenza del corpo con la sua realtà più vicina. Si tratta di una poesia-testo-prosa che raggiunge un ritmo lirico marcato e sostenuto mentre sviluppa il caos dell'amore e la fluidità dell'emozione che si sprigiona in un piano quasi onirico. E in Esperienze con angeli e demoni (1994) spicca un testo sonoro di ineludibile urgenza poetica:
Io celebro il rosso sangue femminile. Bocca rossa con rossetto
uccidere i prudenti ed essere uccisi dagli incauti.
Sangue che defoglia lo stigma dell'imene, rosso rubino
buio per mangiarti meglio, lupo,
per lasciare impronte di labbra sulle ossa,
e rovinare la vita della polizia religiosa.
[…]
Celebro il semaforo rosso sangue femminile da attraversare
sfidando la morte.
[…]
Il vizio rosso che non potrà mai fare con l'arsenale del rosso
dormire.
El ritmo es perfecto de acuerdo al significato e al carico semantico di quanto espresso e al vocabolario scelto; Con mano sicura sfida appunto la resistenza del lettore contro una valanga di immagini-proiettili che non si fermano come il respiro di un corridoio il cui scopo è l'esplosione della concezione stessa del poema. Poesia altamente visiva e istintiva, che vibra mentre si apre quel colore che avvolge il femminile, come le ombre taciturne dell'angelo della visione di Delmira.
Y, quizás, una forma indiscutible de concluir esta nota es entrar, forse per restare, nell'universo di meraviglia —ma incerto e inquietante— dei testi anche in prosa poetica di uno degli scrittori più originali e stravaganti del nostro secondo Novecento: Marosa di Giorgio. In lei, nei suoi versi recitati nelle rappresentazioni, il desiderio e il corpo si fondono nella natura e nel miracolo, nelle bestie mitiche e negli spiriti che ritornano. Dal libro Smoke (1955) è questo quinto testo:
Lascia la tua regione tra le bestie e i gigli. E vieni da me stasera oh mio tesoro, maniaco dello sciroppo, sposo dei tulipani, killer di foglie dolci. Così, quella notte gridai per lui, di porta in porta, vicino al muro pallido come l'osso, tutto pieno di una paura iridescente e di un amore oscuro. […] Mi hai fatto immaginare inutilmente il tuo midollo di sandalo, il tuo cuore di fuoco. […] Così ho mentito, abbracciando i suoi capelli dorati, il suo terribile miele. Parlava un linguaggio quasi comprensibile, ma una rugiada famelica, una lebbra di fiori gli rifinivano il viso. […] Gli ho detto che l'avrei tenuto, che l'avrei baciato, che avrei tenuto il suo cuore tra ananas, liquori e medaglie. […] Ho iniziato ad ucciderlo. Perché non dire il mio amore a nessuno per aprire i petali del suo petto, per strappargli il cuore. Si appoggiò al mio braccio, lo sciroppo sulle sue dita palpitante all'impazzata. Ha iniziato a morire. Vicino alla foresta cominciò a morire. […] Piangevo disperatamente. Volevo raccogliere i petali, ricostruire il miele, farlo uscire dalla morte, conquistarlo per sempre, che questa poesia non avesse fine.
Bibliografia
Agostino, Delmira. Poesia. Selezione, prefazione e note di Carina Blixen. Montevideo: Edizioni Blackboard, 2000.
Benavidez, Washington et. al. Antologia plurale di poesia uruguaiana del XX secolo. Montevideo: Seix Barral, 1995.
Di Giorgio, Marosa. Carte selvagge. Montevideo: Arca, 2006.
Paternain, Alexander. 36 anni di poesia uruguaiana. Montevideo: Editoriale Alpha, 1967.
Silva, Chiara. I capelli scuri. Buenos Aires: Editorial Nova, 1945.
Silva, Chiara. I matrimoni. Montevideo: Edizioni Athena, 1960.
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vita firmata
Testo e fotografia di Virginia Mesías
Desviaciones (Fish on ice, 2020), la seconda raccolta di poesie di Diego Presa, nasce a dicembre 2020, l'8 dicembre, quando furono sospese, dalla morte di Tabaré Vázquez, i suoi concerti al teatro Solís. Libro di poesie che esce alla fine del 2020, l'anno della pandemia, della quarantena, della reclusione e della paura. Il responsabile è una casa editrice indipendente, che porta i suoi libri in bicicletta a casa dei suoi lettori quando necessario; anche se ci sono già diverse librerie aperte al circuito del collettivo Sancocho, che continua ad ampliare gli spazi in mezzo a noi. Perché la scelta di Pesce nel ghiaccio di pubblicare i propri versi? Perché si tratta di quel confine, quel limite tra il dilettante e il professionista che, appunto, è una linea che gli interessa, dice l'autore.
Sulla copertina del libro, i dati presentati riguardano il suo lavoro di musicista e quelle informazioni sono scritte da lui stesso, ma perché parlare di musica? ora l'attenzione è sulla scritta?: «È quello che ho da dire», mi spiega. Diego Presa è un membro dei Buceo Invisible, ha la sua carriera da solista, e anche quest'anno, un album con Julieta Díaz, El setback of the shadow . È innegabile -mi risponde-, che il pubblico delle tappe lo segua fino alle pagine del libro. Da qui una differenza che mi interessa, tra il testo di una canzone e la poesia: quando il creatore sa che i versi nascono verso la musica o verso la carta? Mi chiarisce che queste poesie sarebbero finite in canzoni se lo fossero state; ad esempio, il testo di una canzone potrebbe funzionare su carta, nel caso di reggere senza che noi conosciamo la musica.
Poi, mi fermo ad alcuni testi che sono più vicini alla prosa e che, mi sembra, non lavorano con il ritmo della poesia, pensaci, apro il possibilità e commenti che riflettono che sarebbero stati scritti o risuonati in un altro modo se li avesse pensati come prosa. La copertina è di Sebastián Santana con il quale Diego lavora per le copertine dei suoi album; predilige infatti la possibilità di non controllare tutto, lasciando uno spazio dove l'altro, in questo caso il fotografo, può intervenire. Era interessato, questa volta, a un'immagine fotografica, è un montaggio che sente palpitante, vivo.
Il suo primo libro, Dal grembo della tristezza , è stato un lavoro iniziatico, che ha cercato di regolare alcuni conti dell'infanzia e non sente che questa seconda raccolta di poesie è una continuità. Gli chiedo se si considera un poeta e ride: la poesia è un mestiere, mi dice, il poeta ne ha la vita segnata, è un modo di stare al mondo. Aggiunge che la sua formazione poetica ha a che fare con i cantautori, con le immagini che creano, con il battito stesso della canzone. I poeti che sceglie sono Bukowski e Bolaño, per esempio. E il nome che spicca senza dubbio è Daurnachans.
Allora: qual è la deviazione? È quella della musica verso la poesia scritta (non dimentichiamo che i recital di Buceo prevedono la lettura di testi poetici sullo stesso palco degli strumenti musicali). La deviazione è tematica, sono i testi stessi? Perché il termine implica "la separazione laterale di un corpo dalla sua posizione mediana". Qual è il mezzo poetico? Dove si trova il corpo? È la deviazione dei corpi dal palcoscenico al tavolo dove scrivi? Penso. Forse — dice — ha a che fare con altre voci, altri modi di dire le cose, con aree di scrittura, con decisioni.
L'idea delle sezioni nasce dal desiderio di ordinare o rendere la lettura più accessibile, più fluida per chi non è abituato a leggere poesie. Il primo si chiama "Prima Luce". Cosa sarebbe? Quello all'alba, quello all'alba? Non perdiamo, quindi, un verso della prima poesia, Testimone , che dice: "...attraverso le vene della fine della notte..." e, più avanti, nel Vedere il sole sorgere come un cieco , riferimento si fa «...l'ultimo animale della notte / la frattura del cielo ancora oscuro...». Forse c'è qualcosa di nascosto, forse un limite che il lettore troverà o non troverà. Ci sono immagini che sono molto ben realizzate a livello poetico e che, in qualche modo, sento, ci portano nell'universo della musica: "...se potessi trovare le mie mani / per aprire questa pioggia e raggiungerti.. ." da El cielo no ser más más. un posto così triste . E gli ultimi due versetti della Testimonianza esprimono: «... ultima testimonianza / della bellezza del mondo...» e per questo: cosa se ne va nella notte?, cosa è perduto?, cosa non possiamo salvare?
La seconda sezione si chiama «Indagini» e ritornano le mie domande: saranno formali, riguarderanno il linguaggio, i contenuti espressivi visualizzati nella pagina? Cosa indaga questa voce? Interessante l'aspetto dell'imprevisto, del desiderio e del corpo, in particolare ad agosto :
In questa stanza accadono sempre cose inaspettate.
Quando l'amore sembra acqua riassunta
sorge il desiderio muto
la fresca pioggia
l'incontro del tuo corpo e del mio.
[…]
In questa stessa sezione, il quarto poema porta come titolo una data, come accade per tutti gli altri testi, (10/8) , mostra un significato serie di domande retoriche sfalsate in versi perfettamente ritmici e poetici. Domande a cui qualche lettore intenzionale potrà poi trovare risposta nell'ultimo testo del libro, Questa casa.
Questa casa è stata un errore
arenato nella furia del fiume?
sarebbe stata la fine
o l'unico miracolo?
[…]
È un libro spezzacuori? L'autore è sorpreso e spontaneamente risponde di no. Naturalmente gravita su tutti i testi, l'intervento, a volte arbitrario, del lettore che risponde solo alle proprie domande. Ma, d'altra parte, in tutta la raccolta di poesie, è possibile percepire l'attualità della luce, ad esempio: "... il tuo corpo contro luce è indistruttibile...", dal settimo poema_cc781905-5cde-3194- bb3b-136bad5cf58d_ (14/8) . Gli chiedo qual è il significato della luce nella raccolta di poesie: che è legata al passare del tempo, con quella materia che è presente all'inizio delle cose che scrive, la ricerca di un senso a ciò che si percepisce, la riflessione, creando un'atmosfera.
"Fuochi" è la terza parte, la più criptica, la più simbolica, la più poetica: fuoco che purifica, distrugge o semplicemente brucia. Il primo testo dice: "...il cervo vola sulla montagna abbattuta...", e qual è il cervo, quale simbolo, quale immagine, quale riferimento? Il cervo II è una poesia breve e decisa, quasi una frase: cervo, pietra, silenzio, corpo.
[…]
il cervo è una pietra nel tuo silenzio
lucidato unico
intatto
È l'unica cosa che spero
del tuo corpo.
"Nuove indagini" è il quarto momento del libro. Saranno nuovi rispetto ai precedenti? Poi viene «Rosa deforme», quinta tappa: «... come una luna che nasce stesa / come un cavo per i sogni degli uccelli...». C'è un ritmo raggiunto, anche anaforico, in ogni suono prendo , forse è una poesia che cammina verso la canzone.
[…]
ma la pelle aspetta
la nuova pelle fa male
il tocco della tua voce
il tocco delle mie tre lune
l'aria di settembre
[…]
perché nulla è perduto
niente è vano
né le pietre del tuo nome
né le suole di plastica
né numeri appassiti
[…]
La penultima sezione si chiama «Depositi», forse i resti fossili di quanto detto finora, del discorso stesso; Così appare "la porta di quercia scura (che) ha lasciato il posto al sacro". Sono presenti anche mondi onirici ricchi di immagini suggestive: «... la morte travestita/ da lupo e da ragazza che correva...» e altri, «...non c'erano gelsomini e labbra del mio sangue/ solo la stessa voce / ripetendo che stavo partendo. tutto/ che ero fuori da tutto...». La fine del libro arriva con la settima sezione, «Il tuo corpo è la mia unica casa», e, forse, con «la sconfitta dell'ombra» —nome del primo testo—. C'è una poesia che cattura inevitabilmente l'attenzione per il suo titolo, Deviazioni mistiche , e perché stabilisce una connessione con l'inizio, circolarità apparenti o vere:
Respiro di nuovo.
ancora una volta mi è stato dato
percepire
la bellezza del mondo.
E così torniamo alla prima poesia del libro, che si concludeva con: "... la nostra paura / la macchina che trotta / nelle vene la fine della notte / essendo l'ultimo testimone / della bellezza del mondo". Lo stesso verso inizia la raccolta di poesie e riappare verso la fine, e l'ultimo testo, Questa casa , è, come abbiamo accennato prima, la possibilità di risposta alle domande della quarta poesia di « Indagini»:
[…]
sono passati molti anni
il vento ha abbattuto un albero
le pareti invecchiate
[…]
È anche vero
quell'amore abitava in noi
concreto come un fulmine
quello in questo momento
attraversare la stanza.
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Questa vita di poesia
Testo e fotografia di Virginia Mesías
Una donna/ dice addio tovaglia vino/ per mezzo/
di quello che avrebbe potuto essere/sa/che non ne ha più voglia/
dell'assurdo.
"I simboli precisi" di Nancy Bacelo
Non mi ama, non mi ama, non mi ama, no e non sembrano dire dei testardi e margarita altezzosi ultimamente. Ma per fortuna, per circostanze avverse c'è la scrittura, ci sono versi, immagini e il loro potere creativo, oppure no.
Incontro Nancy Ghan molto presto un martedì mattina in un caffè; arrive puntuale, agile e sorridente. Gli porto una foto-cartolina in regalo e gli chiedo se sa… (il fotografo, stavo per dirglielo) e lui risponde spontaneamente: “A chi devo mandarla?! Sì!" Nancy porta con sé i suoi temi. Immagino che venga a rispondermi su ciò che ho avanzato: la struttura del suo libro Biologia , le sue sezioni, perché scrivere poesie d'amore oggi, gli chiedo del desiderio, e delle sue ombre, ovviamente, della contraddizione. Perché in Teoria letteraria I, il professor Jorge Medina Vidal ci ha detto che in Letteratura l'amore è dato dalla contraddizione e che il miglior letto matrimoniale per l'amore, in Poesia, è la morte. Ma cosa fare dell'altro quando è ancora vivo, perché non finirlo anche lui, o magari convocarlo, uno dei due, o entrambi, chissà.
Nancy ha una laurea in Biochimica e in Laboratorio Clinico rispettivamente presso la Facoltà di Scienze e la Facoltà di Medicina Molecolare diagnosi nella salute umana; Ha una laurea in Biotecnologie, Industria e Commercio; Si è inoltre specializzato in Proprietà Intellettuale. Ha partecipato al progetto "Voglio essere una scienziata", sviluppato da OWSD Uruguay con il supporto dell'Ambasciata degli Stati Uniti per le vocazioni scientifiche nelle donne uruguaiane tra i 16 ei 18 anni. Partecipa inoltre a concorsi che si occupano di divulgazione della scienza attraverso la poesia, l'ultimo è stato in Messico; sono generalmente aperti, svolti da organizzazioni scientifiche (ad esempio, l'Istituto di Neuroscienze nei Paesi Bassi) o da altre incentrate in modo particolare sulla divulgazione della scienza al grande pubblico. Prendo appunti e penso: qual è il posto delle donne oggi nella scienza? Qual è il posto delle donne oggi nella poesia? E innamorato? Qual è il posto delle donne oggi? Punto.
In uno di questi concorsi di poesia e scienza, Nancy si è concentrata sul nostro processo visivo da un testo, vediamo cosa c'è veramente, lo confrontiamo con ciò che sappiamo, con le nostre precedenti esperienze che influenzano la percezione” , lui mi dice. E lì mi ha spiegato del talamo (parola poetica e romantica se ce n'è una), nuclei situati nel cervello, attraverso i quali passano i segnali che alla fine diventano un'immagine. Segni, termini poetici, immagini, entriamo allora in Biologia (Rumbo, 2021) perché già nel suo Preambolo intitolato Nozioni elementari l'autore dirà:
Scrivo quello che so.
(…)
Scrivo quello che ho capito.
(…)
Scrivo di ciò che amo e di ciò che odio.
(…)
scrivo quello che voglio dire ad alta voce...
Allora cosa sa, cosa capisce, cosa ama questa voce, cosa ha da dirci, da gridare. Perché pubblicare un libro di poesie in questo momento?Gli chiedo: “Poiché ho compiuto 40 anni, la mia prima raccolta di poesie era del 2019, non è stata ancora pubblicata”; i decenni, il tempo, i processi della vita e della creazione, la nostra età adulta, credo. E questa raccolta di poesie, immagino, tratterà (come definito dai Rae) gli esseri viventi, la loro struttura e funzionamento, la loro evoluzione, distribuzione e relazioni; Non sono problemi minori! Ed è interessante come un disclaimer arrivi già nel terzo testo, Disclaimer : ma chi si sbarazza delle risposte che dovrebbe dare? l'altro? la voce deliberata stessa?
se vieni a cercarmi
stai attento
…
Stanco delle incomprensioni
Mettiamo un cancello elettrico.
Nella seconda parte del libro intitolata Cibo , mi chiedo se effettivamente divoriamo l'altro (ritorno a quella chiave poetica di Eros e Thanatos uniti dall'opposizione) o è solo un riflesso, un istinto protettivo per la sopravvivenza, o si tratta di assimilandolo in un processo di nutrizione, ad esempio in Benedizione del cibo : io do a me stesso/ all'eretico il piacere di bere/ il tuo corpo . "Gli animali cercano efficacia nella coppia" commenta Nancy; Allora: perché non noi? Ci sono diverse domande che si sommano e forse è meglio lasciare le risposte per la fine, oppure no la tavola (la divoriamo o la serviamo?) e in questa sezione ci sono le carni, le spezie , aromi, consistenze, saliva, ululati... forse l'unione va dall'altra parte. Nella poesia intitolata La oralità si esprime il godimento, il piacere che si mescola alle sensazioni fisiche e corporali: La lingua invadente faceva miracoli./ …/ Mentre/ i miei occhi si chiudevano/ entravo dentro. Non perdiamo di vista la ricerca di se stessi, il piacere individuale quando Chimerisms inizia con un dito di fuoco , strategico, significativo che fa pensare al proprio gusto, alla soddisfazione di sé perché si fa strada tra le mie gambe ma poi compare un tu : Tuo È il nucleo, il mio è la copertina. Ce n'è sempre un altro? o non sempre? Piacere: è con l'altro? Dove si trova il desiderio femminile? Desideriamo ancora da un te ? Dall'incontro? E quanto sei bravo a desiderarci?
Quando arriviamo a “Fisiologia e patologia”, terza sezione, troviamo un'epigrafe di Lina Meruane (Santiago de Chile, 1970) che può farci pensare proprio al desiderio solitario, al piacere senza l'altro (quando ti viene presentato come assenza), o semplicemente nel godimento senza una storia d'amore necessaria: Inflammatio. infiammare. A fuoco. Ardore senza romanticismo. In un frammento di Moebius appare un apprendistato, l'esperienza che porta la voce poetica a trasformarsi, forse a indurire, a collocarsi in un altro luogo:
Ho imparato e sono diventato un esperto
nell'arte sofisticata
non aspettarsi nulla.
…
Perché il primo calore sulla pelle
annuncia un grigio plumbeo inverno
Sono diventato un maestro delle cortecce
e pelli impermeabili.
Ma se tutto accade di nuovo e allo stesso modo, perché allora ci si offende nuovamente? Perché allora scriviamo per chi non ci legge? "Perché scriviamo per noi stessi ma poi abbiamo la decisione di trovare l'altro davanti a noi", mi spiega il poeta. In "Fisiologia" confidiamo nell'istinto per concludere che "nessuno raggiunge nulla da solo / tanto meno l'amore". Quindi si passa alla rilevanza dell'incontro anche se, in alcuni casi, è avverso, fatale, doloroso. 22 poesie dicono:
E piove.
e gli ho scritto
ventidue
cazzo
poesie
che non hai letto
che non leggerai
La selezione naturale e altre teorie evoluzionistiche è la quarta e ultima parte in cui l'autore si assume dei rischi in Nemesis : voglio essere uno di quelli che passano/si fermano per un breve momento/rimangono intatti. E osa con l'indicibile nel Nostro quando dà fuoco ai presepi: Partorirò/ anche se fuori è buio , una poesia che ci ricorda un verso, la concupiscenza della madre , dell'inizio del libro. E, a sua volta, diventa invincibile negli adattamenti biologici : mi spezzo/ e riarmo/ in un batter d'occhio. E parlando del potere femminile, al termine della nostra conversazione, mi parla di un nuovo progetto poetico, una poesia incentrata sui seni femminili e sul loro legame con il mondo: “in essi ci sono i recettori più esposti legati al piacere sessuale che abbiamo , sensibili e potenti, e nella vita di una donna appaiono all'improvviso, irrompono”; forse c'è l'inizio di un nuovo libro, chissà. Per questo, per sapere, cosa c'è di meglio che chiudere con un "Manifesto":
Esco vestito da matto
cortigiana, abortista
strega, innamorata
di tutto ciò che temi.
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Questa vita di poesia
Di: Virginia Messia
Dice el autor en alguna página de Parte del relámpago , última obra publicada de Jairo Rojas Rojas, poeta venezuelano (Mérida, 1980) con diversi anni di vita poetica a Montevideo. Storia dell'arte (Universidad de los Andes), Dios Dorado (editore indipendente), La casa immaterial (azione di musica e poesia) e una vasta conoscenza della letteratura latinoamericana, sono alcune stazioni del lavoro intellettuale e artistico di Jairo. La Sinuous Path Collection (di Astromulo , casa editrice che fa parte del collettivo Sancocho ) riunisce al suo nome, forse senza saperlo, un filo intuitivo che intreccia gli attimi di questo poema unico ed esteso in ritmi e immagini, attimi di un viaggio tra montagne e fiumi, parenti e fantasmi, ricordi e regali, assenze e preghiere che richiamano lo spazio intimo del silenzio e della musica, della ricerca di sé e dell'altro che non è mai estraneo:_cc781905-5cde-3194- bb3b-136bad5cf58d_
Scrivo perché mi chiedo ancora:
chi sono io? cosa faccio qui?
la mia vita era bella perché contraddittoria
e perché ho perso tutto
vedermi davanti da solo
all'impatto delle onde
Jairo Rojas Rojas / Foto: Virginia Mesías
Así, en abril de este año, llega un libro difícil de abarcar o contenere in poche righe di prosa critica. Perché “Sono perseguitato da specchi ovunque” dice Rafael José Muñoz in una delle epigrafi che aprono la marcia di Parte del relámpago . Una marcia tagliente e lucida, che potevamo sentire iniziata già in Lunatic Walk e nelle sue tre sezioni di versi che sentiamo suono da una geografia appena disegnata ma riconoscibile come la nostra, vicina. Marcia lunatica che dialoga fino ad oggi con tanti abitanti di questo mondo e dell'altro, del nostro frantumato continente che non sta zitto e trova nella poesia un valido e profondo impegno:
_cc781905-5cde-3194 -bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905 -5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905-5cde-3194- bb3b-136bad5cf58d_ C'è un vento che scrive/ anche
Sobre las ruinas de una ciudad andina, _cc781905-5cde-3194- bb3b-136bad5cf58d_ di fronte al fiume ferito,
o dietro, o sopra, non sarà noto. E la sua voce fa cerchi su cerchi
sulle strade più antiche e solitarie
para que alguien se detenga come un astro
che guarda gli occhi del viandante e il suo passo pazzo,
_cc781905-5cde-3194 -bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905 -5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905-5cde-3194- bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905- 5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905-5cde-3194-bb3b- 136bad5cf58d_ _cc781905-5cde- 3194-bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905-5cde-3194 -bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905 -5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ _cc781905-5 cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ cosa non è questo mondo?
È il vento che scrive
sui corpi
accompagnato
di silenzio
(estratto da Lunatic Walk, terza sezione del libro omonimo)
Foto: Virginia Messia
Los cuerpos son inevitables como los ríos que nos llevan, como la cordillera invisible o perduta, come la terra che ci nasconde e poi germoglia dal silenzio di una natura fragorosa. Perché questa vita di poesia evoca e continua a piangere dolcemente e sostenuta ora da questo nuovo titolo impossibile, molto vivido e istantaneo, fuoco o splendore trasformato in un libro in parti che è attraversato da una voce che viaggia e, naturalmente, ricerca. Forse cercare quella parte di luce, di presenza che manca (compito difficile da interpretare da un'area al di fuori di questo tempo di memoria).
del mio passato con cui mi ha colpito in fronte?
Del mio destino che consiste nel dissotterrare il subdolo di ieri?
ma ora sono ovunque
le mie impronte segnarono prima il cielo
tutti i soli dentro di me
il mondo vuoto è riempito dentro la camera oscura del mio cuore
così ho scritto di lasciare la terra che brucia
E questo fulmine pellegrino, per sua stessa intensità, forse costruisce il ponte appena scoperto e necessario creato per una patria appena scoperta e personale che si dispiega in un discorso poetico che ci integra in un passato condiviso, in una patria che è anche territorio simbolico, oltre i confini politici, oltre i linguaggi e le abitudini, è verso e canto, ritratto e corpo, mappa, via e accordo. In quale altro modo potrebbe essere?
tutto va ai primogenitori
Grazie
questa volta non dirai addio
questa volta non getterai il mio corpo nel sole del pomeriggio
con rabbia
perché ci uniamo ai nostri teschi senza paura
e ho sentito la pace nel tramonto di oggi
Mi sono trovato lì per trovarti
Foto: Virginia Messia